
Tenemos que asumir que los pies son una parte del cuerpo que sufre diariamente un gran castigo. Usar un calzado inadecuado puede causarnos un molesto dolor de pies, de rodilla, y de otras articulaciones.
El dolor de pies es una de las consecuencias directas del uso de un mal calzado, como bien nos recuerdan desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en su artículo sobre el dolor de pies.
Los pies son una parte del cuerpo a la que no prestamos demasiada atención y nos olvidamos de que se pasan la vida soportando nuestro peso y llevándonos de un lugar a otro y, en la mayoría de ocasiones, metidos dentro de un calzado inadecuado: con demasiado tacón, demasiado estrechos o con falta de transpiración.
Es fundamental para que nuestros pies gocen de buena salud y evitar así en dichoso dolor de pies, el uso de un calzado acorde a la morfología de nuestros pies, lo que evitará que, nuestros pies y nuestras articulaciones, sufran una excesiva tensión, además de reducirá el riesgo de padecer algún tipo de lesión.
Si queremos evitar el dolor de pies debemos prestar atención a las siguientes recomendaciones:
- El calzado debe proteger nuestros pies del impacto de la mayoría de los tipos de pavimento existentes.
- Deben ajustarse a nuestro pie como un guante, es decir no debe apretarnos ni quedar flojo lo que facilitará el movimiento.
- Es aconsejable comprar los zapatos por la tarde, ya que nuestros pies están más hinchados y calcularemos mejor que el zapato nos quede demasiado apretado después de unas horas con el puesto.
- Usar calzado fabricado con productos de buena calidad y con gran transpiración.
- Es importante comprar el calzado acorde a cada época del año, pensemos que en verano el calzado debe ser de fácil transpiración y que evite en todo momento la sudoración.
- Si al probar el zapato nos molesta, no debemos pensar que ya se adaptará, porque eso tiene un alto coste: dolor de pies, heridas, ampollas, callos o deformaciones de por vida. El calzado debe ser cómodo inmediatamente, desde el primer momento.
- Hay que probarse los zapatos en los dos pies, ya que no son exactamente iguales. En el caso de que la diferencia se mucha, debemos comprar el número más grande.
- Debemos dar unos pasos con los zapatos puestos antes de tomar la decisión de comprarlos, así veremos cómo flexionan y si nos permiten dar cómodamente el paso.
- Tampoco es bueno que los zapatos queden demasiado holgados, ya que esto nos podrá provocar rozaduras y ampollas
- La plantilla ha de estar realizada con un material absorbente de las presiones de nuestro peso.
- No hay que fiarse de nuestro número de calzado de toda la vida. Los pies crecen, se ensanchan y cambian a lo largo de los años, el sobrepeso, los embarazos, el envejecimiento, entre otras. son las causas de dichos cambios. Debemos probar siempre los dos zapatos.
- Vigilemos que queden bien no sólo por delante, también en el talón y el empeine, y que permitan el libre movimiento de los dedos.
- Tenemos que probarnos los zapatos de pie, no sentados. El pie se ensancha al soportar el peso y es así como podremos valorar si nos aprieta en algún sitio.
Espero que estos consejos os ayuden a elegir mejor vuestros zapatos. Desde Zapatos Joya Calzabien, estamos encantados de poder ayudaros a mejorar vuestra salud a través de vuestros pies.
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